miércoles, 18 de abril de 2012

GARDELIANAS - GARDEL ARTISTA - 3ra. Nota

Escribe Walter Ernesto Celina

DE LAS PRUEBAS A LAS REALIZACIONES

El acto de migrar supone siempre, en todos los tiempos, una forma de peripecia personal. En general, no es un tránsito por un lecho de rosas. Pone a prueba el temple y la grandeza de los sujetos envueltos por el manto de las circunstancias. El artista que sale fuera de fronteras a la búsqueda de su mejor destino, aún gozando de renombre, no escapa a las vicisitudes, ni a las fatigas a que lo somete su estrategia.

En la dimensión de estas notas no cabe que me detenga en los momentos diversos que tuvo la estancia de Carlos Gardel en Nueva York. Baste decir, apenas, que debió remontar un lapso inicial con dificultades; luego instancias de aceptación progresiva y, un período de reconocimiento, abierto a nuevas y severas exigencias.

Abrahan Thevenet ilustra respecto de su firme voluntad y de la capacidad de asumir, a integralidad, las pruebas.

Además de eso, Gardel supo ser conductor de su destino. Conocía determinadas limitaciones que no podía franquear instantáneamente y, con realismo, llegando casi a los 50 años, se encaminó a administrar racionalmente su tiempo vital. Es cuando abandona la rumorosa ciudad y deja en suspenso los créditos abiertos y las contrapartidas peticionadas por los empresarios. Esto ocurre el 28 de marzo de 1935. Concibe una gira latinoamericana y pone proa a Puerto Rico.

ACERCA DEL ARTISTA

Películas rodadas en Nueva York. En forma sucinta, la producción fílmica en EE.UU. comprende: 1. Cuesta abajo. Mayo de 1934. Dirección musical de su amigo el pianista Alberto Castellano. 2. El tango en Broadway. Junio-julio de 1934. Dirección musical de Alberto Castellano (el que será sustituido por Thevenet, nacionalizado norteamericano). 3. Cazadores de estrellas. Diciembre de 1934. Escenas compartidas con Bing Crosby, Niños cantores de Viena y otros actores de nombradía. 4. El día que me quieras. Enero de 1935. Dirección musical de su amigo Terig Tucci. 5. Tango bar. Febrero de 1935. Dirección musical de Terig Tucci.

Método de trabajo. Interrogado Abraham Thevenet acerca de cómo Gardel se manejaba con el maestro Tucci y el letrista Alfredo Le Pera, respondía así: -“Era algo digno de verse Venía Le Pera y le daba un papelito con la letra a Carlos, quien la leía 3 o 4 veces y empezaba a silbar. Entonces llamaba a Tucci y le decía: “Escribímela así”. Aclara de inmediato: -“Él no escribía música, pero tenía una gran intuición musical. Y Tucci le transcribía exactamente lo que quería. Todo en un ratito y en 3 o 4 papelitos y, ya en seguida hacían las partes para cada uno de nosotros y pasábamos a ensayar.”

Para el pianista uruguayo Gardel no exageraba en sus requerimientos, excepto para preservar la cuestión melódica. Añade: -“No quería que nadie le diese la melodía. Cuando ensayábamos nos decía: “Muchachos, no me toquen la melodía, por favor.” Por eso los arreglos de Tucci son todos acordes sueltos, sin línea melódica. Nosotros lo vamos siguiendo a Carlos, apoyándolo, pero únicamente cuando él no canta hacemos fraseos melódicos. Él tenía una facilidad enorme, sabía siempre lo que hacía.”

Técnicas unificadas de grabación y filmación. -“Todas las tomas eran con acción y sonido a la vez. No había “playback” como ahora. Por eso Gardel gesticula mucho en esas películas, porque está cantando en ese momento. Se rodaban 4 o 5 versiones de cada tango o canción, para elegir después. Nosotros ensayábamos con él en un set, mientras arreglaban los decorados en otro. Cuando estaba pronto, se encendía una luz roja, pero Carlos no hacía caso y se quedaba conversando y haciendo bromas, porque sabía que nosotros ganábamos por hora y así nos favorecía.” Para el ejecutante uruguayo la conclusión no podía ser menos que esta: -“¡Era muy buena persona!”

Anticipos al juicio histórico. La conjunción perfecta entre el hombre y el artista allegó, entre más juicios, estas sentencias de memorables figuras de la canción norteamericana. Son para retener.

-Eddie Cantor (Actuó en 1927 en el primer film sonoro con Al Jolson y Conchita Piquer): “Su voz es una de las más hermosas que he oído. Gardel es un cantor notable e irá lejos.”

-Bing Crosby (En el film “El rey del jazz”, de 1930, interpretó la Rapsodia en blue, de George Gershwin; obtuvo un Oscar): “Es dueño de una indiscutible personalidad musical. Posee esa cuarta dimensión del canto que es la de saber hacer sentir a sus oyentes.”

-Al Jolson (Incomparable cantante ruso-americano y artista callejero en sus primeros años, fallecido en 1950):”Imprime su alma y su corazón a todo lo que canta. Es un gran cantante popular.”.-

walter.celina@adinet.com.uy -13.03.2012

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