Escribe Walter Ernesto Celina
20.09.2013
La conspicua investigadora argentina MartinaIñiguez, a cuyos esclarecedores aportes sobre la nacionalidad uruguaya de
Carlos Gardel debemos el conocimiento más íntimo de su origen, libró hace pocas
semanas un vasto repertorio de información acerca de la familia del más
jerarquizado cantante popular del Río de la Plata.
El compendio de datos ofrecidos incursiona,
con precisos detalles, en la genealogía de “El
Zorzal” y transita, con seguridad intensa, en los biográficos. De esta
labor resulta un bloc compacto, cuya síntesis excede el espacio habitual de
estos comentarios. Sin embargo, ello no ha de ser óbice para dar algunos pantallazos
acerca de lo que la pesquisadora destaca, fruto de sus sostenidos estudios, así
como de los valiosos antecedentes que corroboran, corrigen y se integran a los
expuestos por analistas uruguayos y de otros países.
ANOTACIÓN PREVIA
El examen cronológico tiene como fin -dice la
Sra. Iñiguez- “restituir a Carlos Gardel
su verdadera historia”.
Hasta el momento de su deceso -en el choque
del avión que despegaba en la pista de Medellín, contra otro allí estacionado- “él había manejado los hilos de su historia,
revistiéndola de misterio”. Tras su desaparición, la misma “dejó de pertenecerle para ser recreada, en
principio, por su aspirante a heredero, Armando Defino”.
“El
testamento ológrafo y la partida de nacimiento de Charles Romuald Gardes,
sorpresivamente surgidos después de la muerte del ídolo, al margen de las
consecuencias legales y datos filiales que de inmediato se convirtieron en mito
“oficial”, provocaron el nacimiento de una “biografía” que, de hecho, jamás
tuvo en vida”.
Y, como para que no existan dudas, previene de
entrada: 1) Cuando menciona a Carlos o Carlitos, se estará refiriendo “a CarlosGardel, uruguayo, nacido en Tacuarembó”; 2) Cuando habla de Charles Romuald
“se trata del hijo francés de Berta
Gardes” y 3) Desentrañará “el
carácter mítico de la biografía de Gardel”, acuñada de un modo “persistente,
repetitivo, capcioso, polémico y sin tregua”, exhibiendo falsos manejos “con documentación probatoria”.
La pieza completa está en Internet, bajo el
nombre de la autora, quien maneja el título “ElUruguayo Carlos Gardel – Biografía Oculta”. Abarca desde 1846 a 1912.
Aporta una completísima bibliografía y
un listado de instituciones y archivos consultados, lo que confiere seriedad y
erudición a la labor ejecutada.
ACERCA DEL ÁRBOL GENEALÓGICO
El probable padre biológico de Carlos Gardel
fue el Cnel. Carlos Félix Escayola Medina, nacido en Montevideo el 23 de
octubre de 1846.
Su padre, Juan Escayola fue un inmigrante
español, oriundo de Cataluña.
Su madre, Bonifacia Medina Mansilla, uruguaya,
nacida en Minas alrededor de 1816. Vivió en la 6ta. sección judicial de
Paysandú, donde tuvo hijos. Al enviudar se radicó en San Fructuoso, después
ciudad de Tacuarembó.
Escayola Medina, a los 19 años, era asistente
-además de cuñado- del militar brasileño Antonio de Souza Netto, tenedor de
extensiones de tierra en Uruguay, personaje conectado a las luchas republicanas
riograndenses, al intervencionismo contra Paraguay y el asedio a Paysandú,
resistido por el ínclito Gral. Leandro Gómez.
En 1866, tras la muerte, en Corrientes
(Argentina) de Souza Netto, concluida ya la carnicería de Tuyutí, Escayola se
instala en Tacuarembó. Ocupa la casa de la calle 18 de Julio Nº 134, justo al
lado de la propiedad de los Oliva-Sghirla.
El segundo gran elemento del cuadro refiere,
justamente, a la precitada familia.
Juan Bautista Oliva, hijo de Marcos Oliva y
Clara Pittaluga, italianos fue un potente comerciante tacuaremboense, a la par
que Cónsul Honorario de Italia en la localidad. Su negocio se ubicó en la calle
18 de Julio Nºs. 30 y 32, siendo, asimismo, agente del servicio de diligencias
que unía Montevideo y Paysandú con el corazón del viejo Uruguay.
El 28 de abril de 1849 contrajo matrimonio conJuana Sghirla, una muy hermosa dama argentina, hija de Juan Sghirla y Blanca Balestra,
también italianos.
Años más tarde, subraya Iñiguez, “ambos serían abuelos biológicos maternos de
Carlos Gardel”.
Tuvieron 5 hijos. Asumen trascendencia en la
historia gardeliana. Clara, Blanca, Clelio, Juan Bautista y María Lelia.
UN HOMBRE CON PODER CONCENTRADO
A su
bastón de mando, como Jefe Político, el Cnel. Carlos Escayola sumó el poder
económico de terrateniente. A ello agregó una imprenta con empresa
periodística, un espectacular teatro y un centro nocturno de diversiones. Fue
miembro de la cofradía masónica.
Versiones orales le atribuyeron al personaje aptitudes
artísticas, de las que habría hecho gala en reuniones de canto y guitarra.
Por este tiempo en el proscenio de San
Fructuoso aparecerá Berta Gardes, quien asumirá a la postre el papel de madre
adoptiva del niño Carlitos, gestado y nacido bajo el signo del mutismo más absoluto.
La cronología que suministra Martina Iñiguez
da cuenta de múltiples hechos concurrentes y de sus enlaces. A la par, desmonta
afirmaciones inexactas incorporadas por la hipótesis francesista.
ESCAYOLA EN LA FAMILIA OLIVA-SGHIRLA
Cabe destacar que la profundización del
relacionamiento del coronel con la familia -vecina y amiga- de los Oliva-Sghirla
lleva al primero de una serie de episodios relevantes: sus nupcias con Clara Oliva -la mayor del grupo de hermanos- y
el nacimiento, el 31 de enero de 1870,
de su primogénita Clarita.
Poco después, el 1º de marzo de 1870, nacería
María Lelia Oliva Sghirla, madre natural del gran Carlitos.
En la intrincada concatenación de sucesos
pende la interrogante de si esta niña fue verdaderamente concebida por el
comerciante Oliva, o si fue fruto del vínculo de su hermosa esposa con el
emocional Carlos Escayola, lo que se valora como otra posibilidad.
Como parte de prácticas bárbaras -y apenas
comenzada su pubertad- la chica padecerá, con 13 años, un embarazo. De su padre
o de su cuñado.
Un caso
horrendo de sexismo incivilizado, una agresión carnal como la que, casi a
finales de los años 50 del siglo pasado, pudo escenificar el director sueco
Ingmar Bergman.
A la sombra del irresistible poder del
coronel, se procesaron actos simulatorios y de ocultamiento que rodearían el
suceso.
Anota la investigadora argentina que MaríaLelia aparece inscripta como hija legítima del matrimonio Oliva-Sghirla, hecho
jurídico que no despeja dudas razonables. Lo notorio es que, entre ella y
Carlos Gardel, aflora una contundente “semejanza
física con los Oliva…”. El cotejo fotográfico le permite afirmar que existe
“un asombroso parecido con su primo
hermano, el Dr. Clelio Oliva, hijo del director de la imprenta “Libertad” y
editor de “El Heraldo” de Tacuarembó”.
De este tipo de verificaciones surgen coincidencias, de
relevante valor indiciario. Por ejemplo, una foto de Juan Bautista Oliva -con
abundante barba-, padre de María Lelia (y abuelo de “El Zorzal” en la hipótesis uruguayista), en que “la parte del rostro que puede apreciarse
guarda enorme semejanza con el de su nieto…”. Subraya que poseía “la misma frente, la misma forma de
nacimiento del pelo…, los mismos ojos, la misma nariz, los mismos pómulos”.
Al nacer María Lelia, Escayola oficia como
padrino de bautismo. En la superficie, los convencionalismos de uso. Luego,
subyaciendo, la exacerbación y distorsión de un “yo”, provocando los dolores y
los horrores.
En 1871, al dar a luz a Amabilia -segunda hija
de Escayola y Clara-, esta fallece.
Apenas dos años más tarde, el viudo se desposa
con Blanca Lázara Oliva, de 18 años, hermana de la desaparecida e hija segunda
de los Oliva-Sghirla. Soportará con estoicismo las aventuras amatorias del
marido y dedicará su tiempo a la atención de las sobrinas Clarita y Amabilia y de
María Lelia, de 3 años.
El último día de diciembre de 1886 fallece
Blanca Lázara Oliva, por lo que el militar enviuda por segunda vez. Quedan 7
hijos legítimos.
EL TERCER
MATRIMONIO
Transcurre 1888 y Carlos Escayola ya ha formalizado
vida de pareja con María Lelia Oliva, hija tercera del los esposos
Oliva-Sghirla, madre de Carlitos. Aguardan la dispensa eclesiástica que les
permita entrar en matrimonio.
El 20 de abril de 1889 se opera el trámite
civil que los unirá legalmente. Al cumplir los requisitos de inscripción Escayola
manifiesta ser “vecino de la Cuchilla de
Haedo”. Fue en el ámbito rural de la 6ta. Sección, en proximidad de la
Estancia Santa Blanca, donde nace el cantante, a varias leguas de San
Fructuoso, la ciudad en que fundara su personal imperio el Jefe Político. El
alejamiento no daba mérito al escándalo público.
Un nuevo ocultamiento ocurriría: María Lelia, a
tres meses de casada, da a luz los mellizos Juan Carlos y Julio César. Fueron
anotados meses después, el 23 de abril de 1890.
El 25 de julio de 1905 fallece María LeliaOliva Sghirla de Escayola, a edad de 35 años, por una insuficiencia mitral.
RASTREO DEL LUGAR DE NACIMIENTO DE GARDEL
Recuerda la investigadora Iñiguez que 1883 y 1884 son los probables años de nacimiento del cantor. Tomando
la opinión de Erasmo Silva Cabrera (Avlis)
el alumbramiento pudo verificarse en Curtina o San Gregorio de Polanco. El
periodista-investigador trabajó intensamente en la zona, acopiando relatos de
lugareños.
Últimamente, el Lic. Eduardo Cuitiño, quien
valido de la matemática, aplicó teorías de la probabilidad en varios estudios
originales, ubica la gestación de Carlitos en el período 1886-1887. Surge pues,
una diferencia etarea. Ella no afecta, sin embargo, la acumulación de los
múltiples aportes indiciarios.
Presume racionalmente Iñiguez: “Carlos Gardel, en su documento uruguayo se
dice nacido el 11 de diciembre de 1887, casi un año después de la segunda
viudez de su padre, tal vez, para dejar la puerta abierta a posibilidades
futuras de un reconocimiento de filiación
natural que nunca llegó”, independiente del impedimento de la norma
que “no permitía que los hijos
adulterinos fueran reconocidos.”
En la crianza campera del “guachito” de Escayola habría intervenido la servidora Manuela, una
indocumentada que respondía a los patronímicos de Bentos, Casco o Mora, quien
hacia 1883 fue inscripta y celebró matrimonio con Marcos Suárez, habitante de la zona de Cuchilla de Haedo. La señora atendió a
un niño, según luego afirmara una de sus nietas. La Estancia Santa Blanca, propiedad de Escayola,
estaba lejos de San Fructuoso para los medios de comunicación de la época, pero
inserta en el ámbito o jurisdicción de la cuchilla ya mencionada. Y el padre de
Carlos dispuso lo necesario para alejar a madre e hijo de sus vínculos más
inmediatos, dejando en el medio rural al menor, quien quedaría al cuidado del
matrimonio estable de Manuela y Marcos,.
Paulatinamente las piezas van encajando, según
van leyéndose las profusas páginas del estudio histórico.
Apenas se han estado cruzando los umbrales de
una complejísima y rica indagatoria, tomando referencias muy parciales de la
labor sistemática de la investigadora Martina Iñiguez.
Con ella se aprende que no se puede hacer
historia sin estudiar a fondo; que los elementos firmes suelen no serlo tanto y
que, como en el laboratorio, hay que ser muy exigente y no dejar nada fuera del
microscopio y los demás instrumentos auxiliares.
La verdad tiene algunas certezas,
aproximaciones fundadas y no esta está exenta de variaciones y equívocos.
En Gardel todo suma para admitir que nació de
este lado del Río de la Plata, en el territorio hermano al oriente del Río
Uruguay. Su Buenos Aires querido lo
hizo suyo y lo catapultó a la fama.
Así, fue ciudadano uruguayo, legalizadoargentino; el más amado de los prototipos rioplatenses del siglo XX. Un
inolvidable en los tiempos que transcurren y en los que vendrán.-
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