1º.10.2013
La
noticia no era nueva si, como probaron varios investigadores, Carlos Gardel
tramitó su inscripción de nacionalidad ante las oficinas del Consulado de
Uruguay en Buenos Aires, según los términos de la ley de la materia, de fecha
21.05.1906, reglamentada el 17.01.1917. El hecho quedó consolidado en la página
907 del libro registral, con el número de orden 10.052.
En
el acto jurídico, sustentado como expresión de la autonomía de la voluntad, el
compareciente declara, de modo irrefragable:
1)
haber nacido en Tacuarembó, Uruguay;
2)
en fecha 11.12.1887 y
3)
señalando que sus padres fueron Carlos y María Gardel, ambos uruguayos,
fallecidos.
En
Uruguay la identificación de las personas, desde fines del siglo XIX y
principios del XX, era política nacional dirigida a la estructuración de la
familia y a conceder algún amparo a los hijos “no legítimos”, esto es, a los
“naturales” y a los nacidos “fuera del matrimonio”. Se trataba de una doble
orientación. Por un lado, atendía la necesidad jurídica de un Estado abierto a
la modernidad y, por otro, ejercía determinada tuición sobre un segmento de
personas.
Bien.
Carlos Gardel, indocumentado, se acogió a la ley de su patria. Inscripto pasaba
a “existir”. Era sujeto con derechos plenos.
Cumplido
el trámite, solicitó la cédula de identidad argentina. Le fue conferida en
Buenos Aires el 04.11.1920, con los datos de nacionalidad oriental y fecha de
nacimiento.
Pasados
los años, por una extraña ecuación, el documento original fue secuestrado,
aunque alguien lo fotografió y esas copias -no adulteradas- fueron llevadas a la venta en el mercado.
La
investigadora Sra. Martina Iñiguez accedió al facsimil de la cédula argentina,acreditante de su nacionalidad originaria: Uruguay. Y anunció que la entregará al
centro museístico gardeliano de Tacuarembó.
ELEMENTOS DE UNA RÉPLICA CONTUNDENTE
La
noticia fue anticipada por un medio de prensa montevideano, el sábado 21
próximo pasado y, he aquí, que se ha producido revuelo en la tienda de
seguidores de la hipótesis de la procedencia francesa del máximo cantor.
La
periodista porteña Sra. Ana Turón, no le atribuye ninguna significación a la
existencia documental de la pieza.
Por
el contrario, la investigadora Sra. Martina Iñiguez, en una réplica, fundamentada y contundente, destaca la importancia del documento facsimilar. Informa cómo lo
obtuvo y cómo ahora está registrado, agregando elementos que lo proyectan con
la claridad de una probanza indeformable, auténtica.
Cabe
extraer de su nota algunos elementos trascendentes.
1.- LÓGICA ELEMENTAL
El niño Carlitos era un no identificado. Si hubiera
sido Charles Romuald Gardes, señala
Iñiguez, “nada le hubiera resultado más
fácil que nacionalizarse argentino después del 11 de diciembre de 1910, porque
los franceses menores de edad, residentes en el país durante más de dos años,
podían adoptar definitivamente la nacionalidad argentina al cumplir los 21 años
de edad”, resultando además, que quedaban “completamente libres, a partir de ese
momento, de sus obligaciones militares para con Francia”.
2.-
PRONTUARIOS Y EVIDENCIAS
Recuerda, asimismo que,
por ese estado de indocumentación, el cantante Gardel acudió al favor de
caudillos de comités, quienes le proporcionarían identidad de circunstancia, no
legal, hacia 1913.
Justamente, anota la gran
estudiosa gardeliana, “existe un prontuario de 1913 que "desapareció" hace más de 20 años del Museo Policial de
Buenos Aires, cuya portada fue publicada en la revista “Gente”, en 1977, siendo asesor el
Sr. Enrique Espina Rawson, francesista connotado, miembro del Centro de
Estudios Gardelianos (CEG), de Bs.As.
Por otra parte, el francesista Sr. Juan Carlos Estaban -fallecido recientemente-,
integrante del CEG, difundió en 2012 “dos
páginas interiores de este mismo prontuario”, las que “fueron
fotografiadas y publicadas en Internet”.
Y, a la vez, “informó que el actual
propietario de este Prontuario es el Sr. Norberto Ignacio Regueira”, quien es -nada menos- que vicepresidente de la
entidad citada. Aunque, “lamentablemente, se han negado a compartir
públicamente el contenido completo de este documento que podría echar luz sobre
otros hechos de la biografía gardeliana”.
Otro prontuario, de 1915, ilustra que “Gardel obtuvo una cédula de identidad falsa,
como nacido en La Plata ”.
3.- CAEN LOS VELOS
Muchas veces el ocultamiento deliberado va de la
mano con el fraude ideológico. Para despejar
tales situaciones, nada mejor que arrojar rayos de luz. Es lo que hace, paso a
paso, la biografista argentina.
¿Quién
posee la documentación?
Iñiguez:
“El Sr. Walter Santoro, fundador y presidente de Fundación
Industrias Culturales Argentinas (FICA), institución dedicada
a conservar el patrimonio cultural de Argentina y Uruguay, adquirió a través de
una oferta realizada en Internet, los facsímiles de la primera cédula de identidad
legal que Carlos Gardel tramitó en Buenos Aires el 4 de noviembre de 1920…”.
¿De
dónde procede el facsimil que la historiadora entregará en Tacuarembó?
Iñiguez:
“El Sr. Walter Santoro tuvo la grandeza intelectual de
entregarnos una copia del documento que adquirió…”
“Actualmente
las fotografías de ese documento son de dominio público y pueden obtenerse en
la dirección de Wikipedia…”
¿Quién
secuestró la cédula argentina de Carlos Gardel?
Iñiguez:
“Esta primera cédula de identidad legal de Carlos Gardelestaba en poder del coleccionista Hamlet Peluso…”
Y
aporta, de inmediato, la prueba gráfica que esclarece con estas
manifestaciones:
“Podemos
ver en la vitrina que le perteneció, que fue publicada en la desaparecida
página “Gardel Web”, el lugar donde estaba. Superpusimos una ampliación para
que se pueda comprobar que se trata de la misma Cédula”.”.
¿Pero, quién era Hamlet Peluso?
Iñiguez: “El Sr Hamlet Peluso, que fuera en vida
vicepresidente del Centro de Estudios Gardelianos, siempre mantuvo este
documento sólo para sí, no compartiendo nunca su contenido con los investigadores
que sostenían la orientalidad del cantor.
En su libro “Carlos Gardel yla Prensa Mundial”, cuya autoría compartió con el Sr. Eduardo Visconti,
secretario del C.E.G., omitió expresamente las menciones hechas públicas a la
prensa uruguaya y en tres ocasiones diferentes por el mismo Carlos Gardel,
sobre su nacimiento en Tacuarembó, hecho que explica las razones que lo
llevaron a su ocultamiento.”
En suma:
El facsimil de la cédula identificatoria, a la que Gardel
accediera en Argentina, demuestra haber sido gestionada a partir de la
documentación uruguaya en la que se declaró oriundo de Tacuarembó y nacido el
11 de diciembre de 1887. Ambos elementos son constantes en sus posteriores
instrumentos de identidad, incluido el pasaporte chamuscado, encontrado entre
los restos del avión en que falleciera en Medellín (Colombia).
La cédula legal Argentina la había recibido apenas faltando
una semana para cumplir 33 años.-
****
5 comentarios:
Don Walter Celina:
como siempre, muy preciso y completo su análisis.
Un saludo cordial desde Madrid,
Marcelo O. Martínez
www.gardel.es
Sin ningún género de duda los estudios realizados por la Srª Martína Íñiguez sobre el origen de Gardel. Su investigación es admirable.
Segismundo Martínez
Donde va Justa va Celina
Estimado Sr Celina ,viajando por Ushuaia he logrado fotos del expediente por el cual Gardel solicita la ciudadania argentina en 1923 el cual se encuentra arvhivado en un Juzgado de B Aires ,este material deseo hacerlo llegar a quien corresponda
Estimado Unknown:
El mejor destinatario de su material es la Fundación Internacional Carlos Gardel, que se ocupa de preservar el patrimonio gardeliano.
Tel: (54 11) 4371 980
Horario: 9:30 a 17:30 hs.
Viamonte 1430 piso 2° B
(C1055ABB) C.A.B.A. – Argentina
Saludos cordiales.
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